CÁZAME.
Cómo hemos hablado anteriormente en este blog, es importante recordar que el juego es una metodología de trabajo básica y súper necesaria para que el menor adquiera conocimientos y los afiance de forma divertida para el menor. Por ello debe estar adecuado a la edad y desarrollo cognitivo y evolutivo correspondiente con el menor. Además, a través de los juegos es posible conocer si su desarrollo avanza adecuadamente o si existe alguna serie de dificultad y/o problema.
Este juego consiste en reconocer y señalar los objetos que estarán dibujados en varias fichas para que el niño, de forma individual, las señale y además podamos repasar conocimientos ya adquiridos.
Para llevarlo a cabo, extenderemos por el suelo diferentes formas geométricas de tamaños, colores y números. Después le daremos a cada niño la flechita realizada por los adultos con la posible ayuda y colaboración del menor.
El educador dirá en voz alta el objeto, número… que quieren que señalen. El niño/a deberá identificarla, buscarla entre todas las que están enfrente de él y la “cazará” con la flecha.
Necesitaremos los siguientes materiales:
o Fichas con los objetos que queremos repasar (todos los alumnos tendrán las mismas fichas y la del educador.).
o Palos de madera.
o Cartulina.
o Silicona.
Para clasificar el juego según el número de participantes, tenemos en cuenta con quién se juega y la finalidad de compartir el juego con otros. En este caso el juego es solitario, ya que la interacción social es mínima y recibe la interacción por parte del adulto.
Si hablamos de la acción que predomina en el juego, encontramos que es un juego manipulativo ya que se produce el empleo de las manos y un manejo necesario e imprescindible para realizar la actividad; y un juego de razonamiento lógico ya que se produce una clasificación, numeración… por ejemplo se necesita contar para reconocer el número de lápices que hay.
Según la fase de desarrollo del menor, nuestro juego es considerado un juego de reglas simples, ya que se da el pensamiento lógico de clasificación según los números, formas, colores….
Además el rol que adopta el adulto en este juego hace que sea dirigido.
El objetivo principal es trabajar conocimientos adquiridos y favorecer la atención del menor. Otro objetivo es estimular el aprendizaje y potencial del menor.
Este juego va dirigido a los menores de 5-6 años. Esta edad es la adecuada ya que basándome en la teoría de Piaget encontramos dos fases, la sensoriomotora que comprende de los 0 a los 2 años, y la fase preoperacional que comprende desde los 2 a los 7 años.
Piaget remarca la importancia del juego en los procesos del desarrollo, y éste está determinado por la acción sobre el medio. Además piensa que a cada rango de edad le corresponde una fase que no puede saltarse, es necesaria pasarla para avanzar.
Este autor sostenía que la dificultad de los juegos va en concordancia con el desarrollo de su inteligencia.
Para esta actividad nos centraremos en la etapa preoperacional. En esta etapa existe una rigidez y centralización de pensamiento y egocentrismo. Las estructuras mentales del menor, se van desarrollando y ya son capaces de asociar imágenes y/u objetos a significados distintos del que tienen. Además su capacidad cognitiva ya es la suficiente como para poder realizar juegos de reglas, con ciertas normas, y juegos de construcción entre otros tipos de juegos.
En el nivel V dentro de la etapa 2 del juego simbólico en la etapa preoperacional, se produce un aumento progresivo de la complejidad de los temas y la relación con los iguales.
La complejidad del juego se ve en los números escritos, ya que necesitan que su desarrollo cognitivo sea el suficiente para poder leerlos y reconocerlo.
Comentarios
Publicar un comentario